La aparición del PTB: "Una historia increíble" - La historia de su renovación desde 2004

Análisis
Author
Gille Feyaerts
PTB.be

Detrás de la aparición del PTB, que ha pasado de ser un pequeño partido a ser un actor político importante, se esconde una historia extraordinaria. El anuncio de que Peter Mertens pasa la antorcha como presidente es una oportunidad para echar la vista atrás al movimiento de renovación que comenzó en 2004. Hemos rastreado esta historia a través de citas de la prensa convencional.

 

miembros

secciones

votos

diputados*

mandatarios locales**

2003

800

80

20.825

/

5

2008

2.800

120

56.157

/

15

2015

8.500

280

251.276

8

52

2021

24.000

400

584.621

43

169

 

* Elegidos al parlamento en 2019: Parlamento europeo: 1; Cámara de Diputados: 12; Senado: 5; Parlamento de Flandes: 4; Parlamento de Valonia: 10; Parlamento de Bruselas: 11; Parlamento de la Comunidad francesa: 13

** Mandatarios locales, en 2018: 43 en 21 consejos municipales y de distritos en Flandes, 36 en 7 consejos municipales en Bruselas, y 78 en 16 consejos municipales en Valonia. Y además 12 consejales provinciales.


"It's an amazing story." Con esas palabras describía el progreso del PTB el periodista indio y marxista Vijay Prashad. Y es cierto; es una historia increíble. De ser un pequeño partido, en sus orígenes, el PTB se ha convertido a lo largo de los últimos 20 años en un actor político importante en la escena belga.

Es una historia como ninguna, porque realmente fue a contracorriente. En el resto de Europa, los partidos marxistas pasaron un periodo muy difícil. Según la revista estadounidense Jacobin, el PTB es ahora "una de las fuerzas más dinámicas de la izquierda europea". "Las elecciones del 26 de mayo de 2019 no han hecho más que confirmar este panorama", añade la revista socialista.

Porque quien piense que la implosión de los partidos tradicionales pasa a ser automáticamente algo favorable para la auténtica izquierda, debería echar un vistazo al resto de Europa. La izquierda está sufriendo, y a menudo está en retirada. Excepto en Bélgica, donde la "izquierda descomplejada" (término acuñado por un ex periodista) está en alza desde hace dos décadas.

Sin embargo, la historia podría haber sido muy distinta. En 2003, el pequeño partido comprometido estaba KO. Peter Mertens contaba a la revista Humo los entresijos de la renovación del PTB: "En el pasado, Amberes estaba rodeada por un "cinturón rojo", donde los socialistas obtenían hasta un 40 % de los votos. En los años 90, la mayoría de estos votos pasaron al Vlaams Blok [fascista], no a nosotros. Y en parte era culpa nuestra, porque éramos demasiado dogmáticos, demasiado sectarios, dando lecciones. Demasiado herméticos, de hecho, eso me molestaba enormemente. Todo llegó a su punto álgido cuando metimos la pata hasta el fondo en las elecciones federales de 2003, con Resist [alianza electoral entre el PTB y la Arab European League]. Nos dimos de bruces contra el muro y nos dimos cuenta de que no podíamos seguir así. Teníamos que renovarnos o desaparecer.

"Renovarse o desaparecer" esa era la elección en 2003

Renovarse o desaparecer eran los dos caminos que tenía ante sí el PTB en 2003. Ese año, el partido sólo obtuvo 20.825 votos en las elecciones federales. Ya casi nadie apostaba un céntimo por su futuro. El partido estaba en desacuerdo con los sindicatos, con las organizaciones progresistas, con casi todo el mundo, de hecho. El PTB apenas contaba con unas decenas de secciones y se enfrentaba a una pirámide poblacional envejecida de afiliados. Los marxistas estaban cada vez más alejados de las preocupaciones cotidianas de la gente.

Dentro del partido, cada vez se alzaban más voces para decir que no podíamos seguir así, y que había que acabar con esta actitud de ir dando lecciones, de la desconexión con la realidad y del dogmatismo. En las asambleas generales, los miembros votaron mayoritariamente a favor de la renovación. Ese fue el punto de inflexión y lo que acabó salvando al PTB. Algunos partidarios de la línea izquierdista más dura son expulsados del partido. Peter Mertens, Baudouin Deckers y Lydie Neufcourt fueron elegidos para formar la nueva dirección cotidiana. Este trío debía lanzar el movimiento de renovación, y lo hizo con 800 miembros del partido motivados.

"Hizo falta que la generación más joven dijera que las cosas no podían seguir así para que empezara la renovación, y funcionó", escribió más tarde el periodista Walter Pauli en Knack. "Peter Mertens es reconocido entre sus amigos y adversarios como el artífice de este  éxito." La renovación no es sólo obra de los jóvenes, sino más bien de las distintas generaciones que confluyen en el nuevo equipo. Y esta es precisamente la fuerza del resurgimiento del PTB: el hecho de que sea tan ampliamente apoyado por las diferentes generaciones del partido.

El lema del equipo era: "Retorno a las raíces". Quiere enfrentar los problemas concretos de la clase trabajadora. No con palabras, sino con hechos. Un primer paso importante tuvo lugar en 2004, cuando el doctor Dirk Van Duppen, de Medicina para el Pueblo, lanzó su "modelo kiwi" para hacer más asequibles los medicamentos. Esta campaña aporta nuevas energías al PTB y vuelve a situar al partido dentro del mapa político belga. "El sp.a (Partido Socialista Flamenco) intentó arrogarse el modelo "kiwi" presentando una propuesta que iba en el mismo sentido. La mitad del sindicato CSC [democristiano] y todo el MOC [movimiento obrero cristiano] apoyaron a Dirk Van Duppen.

La campaña por el modelo kiwi marca un primer punto de inflexión. Un segundo momento clave llegó al año siguiente con la lucha contra el Pacto de Generaciones del ministro socialista de pensiones Bruno Tobback. El 28 de octubre de 2005, 100.000 sindicalistas se manifestaron en Bruselas contra la reforma de las pensiones. En el congreso del sp.a, cientos de sindicalistas dieron literalmente la espalda a la socialdemocracia. Muchos de ellos se incorporaron al PTB y desempeñaron un papel crucial en su renovación. El mismo proceso tuvo lugar en el sur del país, donde decenas de sindicalistas se unieron a la izquierda auténtica, asqueados por los "negocios" y la continua participación del PS en varios gobiernos de austeridad. Fue así como los marxistas volvieron a conectar con el movimiento sindical.

La nueva dirección movilizó al partido para su Congreso de la Renovación, que se estructuró en torno a tres ejes: ser un partido de principios, ser un partido flexible, ser un partido de la clase trabajadora. Un enfoque que está dando sus frutos, como señala Le Monde Diplomatique: "Para entender el ascenso del PTB, hay que remontarse al giro estratégico dado en su congreso de 2008." En ese Congreso de la Renovación, en 2008, Peter Mertens fue elegido presidente del partido. "Hoy, con la crisis económica, Marx es más relevante que nunca", afirma. "Sigue siendo nuestra fuente de inspiración porque suscribimos su crítica al capitalismo." Al mismo tiempo, el renovado partido se desprende de su antiguo dogmatismo. "Se acabó el dogmatismo, vamos a dar paso a un partido más próximo a los problemas cotidianos de la gente", señala La Libre Belgique. El PTB busca su propio camino. "Podemos aprender de los demás. Pero no se trata de hacer un copia y pega belga de lo que se hace en otros lugares. El SP holandés ha abandonado toda referencia al marxismo y centra toda su acción en los barrios, mientras que para nosotros la presencia en el mundo del trabajo sigue siendo un asunto de primer orden."

A partir de ahora, los informes del PTB tendrán peso en el debate político

Según la principal revista socialista de referencia británica Tribune, "el proceso de reorganización y renovación del partido en el Congreso de 2008" es "crucial" para posicionarlo como "una alternativa creíble, que ofrece tanto un discurso social y ecológico, como soluciones prácticas a los problemas económicos creados por la crisis financiera".

El partido crece rápidamente. En todo el país se van creando nuevas secciones, mediante ensayo y error. Un proceso organizado por Lydie Neufcourt, que participa en la gestión cotidiana de la dirección del partido desde 2004.

Los marxistas mantienen la calma y saben lo que quieren. Quieren construir un partido marxista fuerte en todo el país, con secciones en los barrios obreros y en los centros de trabajo. Quieren construir un partido que pueda resistir las tormentas y los choques. "Es como en el cuento de los tres cerditos, afirma el presidente del partido en L'Avenir. Hay quienes construyen casas que se derrumban con los vendavales. Nosotros construimos una casa de ladrillo porque sabemos que podemos esperar tormentas."

Al sur del país, los cuatro partidos tradicionales (MR, cdH, PS y Ecolo) parecen monopolizar la vida política. La irrupción del PTB como fuerza a tener en cuenta comenzará a alterar el statu quo. Descrito inicialmente como un mosquito que altera el orden establecido, crecerá hasta convertirse en una organización sólida.

En menos de dieciocho años, el PTB pasará de 80 secciones y 800 miembros a 400 secciones con un total de 24.000 miembros, un auténtico salto adelante. Sobre todo porque el PTB no quiere que sus miembros sean consumidores políticos pasivos, sino que sean miembros activos. "Somos un partido de base -explica Peter Mertens-. Somos mucho más que un puñado de cargos electos. No le decimos a la gente que vamos a resolver los problemas en su nombre. No queremos un clientelismo al estilo del PS. Nuestro ideal es : despierta, levántate y lucha por tus derechos."

Las cosas también están cambiando en el plano político. "Creo que la extrema izquierda es un fenómeno interesante, pero ni yo ni mi partido formamos parte de ella", declaró Mertens a la revista Humo. El partido quiere influir en el debate público e introducir sus propios debates dentro de la agenda política. Así que lanza el "impuesto de los millonarios", una propuesta cuidadosamente elaborada para crear un impuesto sobre la riqueza que afectaría sólo al dos por ciento más rico del país. Más que un eslogan, es una consigna de acción concreta, un arma que el PTB utiliza cuando sale al terreno.

Bajo la dirección de David Pestieau, el departamento de investigación del PTB publica un informe candente tras otro. Esta fábrica de ideas rojas también atrae la atención de los periodistas. "El partido ha invertido mucho en su departamento de investigación y los miembros del PTB, como Tom De Meester (energía) y Marco Van Hees (fiscalidad), tienen voz en los medios de comunicación como expertos. Nunca se desvían del principio rector del partido: apoyarse en cifras sólidas. Y sobre todo: nada de signos de exclamación, sino matizaciones." Hoy en día, los informes del PTB tienen influencia en el debate político. "Es difícil negar la exactitud de los datos y las cifras facilitadas por el PTB", afirma el conocido periodista Rik Van Cauwelaert.

"Hoy en día, el partido se comunica de forma tajante, fina y siguiendo el ritmo"

"Primero se sitúan los fundamentos y luego se define la comunicación", explica el PTB. La comunicación también está evolucionando. "Era necesario cambiar eso: tanto en términos de imagen como de lenguaje, declara el presidente del partido. Antes, el PTB sólo se dirigía a la mente, lo que se acababa traduciendo en folletos infumables. Hoy queremos hablar a la mente, pero también al corazón." Cuando las disputas comunitarias dominaron las elecciones de 2009, los marxistas denunciaron el "circo político" de la burbuja de la Rue de la Loi [donde reside el Primer Ministro]. "El PTB viste la política con una nariz de payaso" rezaba el titular de un gran periódico. Por primera vez en su existencia, el PTB, que aún no tenía representación en ningún parlamento, se convertía en la comidilla de la que todo el mundo habla.

El pequeño David que tiene que luchar contra Goliat sabe que la comunicación es esencial en su batalla. "La noción de 'marketing político' hace tiempo que dejó de ser una palabra de connotaciones negativas en el PTB -escribe la revista Knack-. Atrás queda el estilo de los primeros años, cuando los carteles electorales parecían un capítulo entero de un manual marxista. Hoy, el partido se comunica de forma tajante, fina y midiendo el pulso." El partido se inspiró en el comunista italiano Antonio Gramsci, que veía el lenguaje como un elemento esencial de la lucha por la hegemonía cultural. En esta línea, Tom De Meester acuñó el término "Turteltax" en 2015 para referirse al injusto impuesto energético introducido por la ministra flamenca Annemie Turtelboom.

El lenguaje es importante, pero el análisis económico riguroso sigue siendo la base de todo, como señala Le Monde Diplomatique: "Sin embargo, aunque los dirigentes del PTB asumen su giro semántico, mantienen las distancias con la noción de populismo, por mucho que sea de izquierdas. Se trata, sobre todo, de construir un "socialismo 2.0", en palabras del presidente del PTB, Peter Mertens, que sigue otorgándole un lugar destacado a la noción de lucha de clases. Queremos tener un discurso basado en el análisis de clase, pero adaptado a la situación actual", explica Charlie Le Paige, que preside el Comac, movimiento juvenil del PTB."

Con miles de miembros activos en los barrios obreros y en las fábricas, abandonados desde hace tiempo por los partidos tradicionales, el partido tiene una gran ventaja: es capaz de tomarle el pulso a los trabajadores directamente. "Nadie conoce el terreno tan bien como el PTB -se puede leer-. Además, el partido publica regularmente información exclusiva. Por ejemplo, revela que las multinacionales en Bélgica prácticamente no pagan impuestos." Esta combinación de conocimiento del terreno y análisis riguroso es uno de los puntos fuertes del PTB. Y el partido se encarga de que los relatos se mantengan vivos y reconocibles para la gente, sin ahogarlas en una multitud de cifras y gráficos. "Tenemos que desarrollar nuestra propia narrativa", dijo el presidente del PTB a la revista estadounidense Jacobin.

"Más lectores que votos"

"El PTB es el último partido belga. ¿Cómo es posible que aún no os hayáis dividido?" Es la pregunta que le lanzaba un periodista a Peter Mertens, recientemente elegido presidente. A lo que éste respondió: "Creo que es una pregunta curiosa. ¿Cómo es posible que todos los demás partidos estén divididos? ¿No es extraño que todos los partidos del Parlamento sólo participen en las elecciones a un lado de la frontera lingüística? ¿No sería lógica una circunscripción federal?" No a la escisión, sí a la unidad. El periódico francés Le Monde también señala: "Para Peter Mertens, presidente del PTB, las "dos democracias" que coexisten en Bélgica son más bien las democracias de los ricos y de los pobres, por lo que aboga por "luchas comunes" entre el norte y el sur del reino".

El presidente sueña con un festival de solidaridad inspirado en la Fête de l'Humanité de París, organizada por el diario comunista L'Humanité. Durante la presentación del libro Prioridad de izquierda en Ostende, alguien le dijo que tal vez podría haber un lugar para una iniciativa así en Bredene. Nadie cree que el PTB pueda reunir a 10.000 personas, pero el partido está decidido. Así nació ManiFiesta en 2010. El festival dura varios días y acoge en torno a 15.000 visitantes. "Nous sommes un, Somos uno" fue el hilo conductor del discurso pronunciado en la primera edición de ManiFiesta. Fue el inicio de un largo movimiento de solidaridad, que finalmente desembocó en 2021 en el manifiesto "Somos uno" del vicepresidente del PTB, David Pestieau, a favor de la unidad belga.

Mientras tanto, el partido se sigue construyendo, con paciencia. Ahora tiene muchas más secciones, especialmente en el mundo del trabajo. Bajo el liderazgo de Kim De Witte, las direcciones provinciales están siendo progresivamente renovadas y rejuvenecidas. El partido está activo en todas las provincias del país. El departamento de investigación destaca por sus sólidos y exhaustivos informes sobre fiscalidad, energía, sanidad, pensiones, servicios públicos y derechos democráticos. La campaña más exitosa fue la realizada contra los elevados precios de la energía, que condujo primero a una reducción del IVA sobre la electricidad y luego a la supresión de la tasa Turtel en Flandes.

Sin embargo, el primer avance a gran escala del partido no se produjo durante el escrutinio de unas elecciones, sino con un libro. Para sorpresa de todos, "¿Cómo se atreven? La crisis, el euro y el gran hold-up" se disparó, nada más salir a la venta en diciembre de 2011, hasta el primer puesto del top 10 de los mejores libros de no ficción en Flandes, posición que mantuvo durante casi un año. "Más lectores que votos", tituló De Standaard. "Un best-seller de ideas marxistas", tituló Le Soir. El autor salió a la calle y, multiplicando las conferencias (150 en total), visitó casi todos los ayuntamientos del país. Los comentarios son de elogio. "En 'Cómo se atreven', Peter Mertens pone todo su brío al servicio del debate ideológico -escribía un periodista-. Gente influyente de todas las tendencias de opinión elogian su trabajo. El libro se acerca mucho a la realidad de la gente. Esto hace que el impacto sea aún mayor." Con 25.000 ejemplares vendidos, "¿Cómo se atreven? es ahora el segundo libro político más vendido en Bélgica.

"Más allá de la construcción de Europa, es el sistema capitalista el que está en crisis -subrayaba L'Humanité Dimanche en su reseña del libro-. El libro de Mertens lleva la convicción de un profundo debate social, para avanzar hacia un sistema socialista adaptado al siglo XXI, el 'socialismo 2.0'. Una sociedad que respeta las dos fuentes de riqueza: el trabajo humano y la naturaleza, mientras que el capitalismo sobreexplota ambos -afirma el autor-."

"Lograr lo imposible : el PTB como actor de pleno derecho en la escena política"

Una columna vertebral marxista, un partido de la clase obrera, miembros activos, nuevas secciones, un servicio de estudios ampliado, comunicación profesional y libros de "puñetazo". Pero el partido renovado también necesita figuras destacadas. Y aquí es donde entra el extravagante Raoul Hedebouw: Se puede leer "Mertens (1969) y Hedebouw (1977) se conocen desde que eran estudiantes. En 1994, Valonia se vio sacudida durante meses por huelgas para protestar contra las reformas educativas. En el Ateneo de Herstal, Raoul había fundado el "Che": el "Comité de Herstal de los Estudiantes". En ese momento, Mertens era presidente del movimiento estudiantil del PTB y había ido a ayudar a Lieja. Mantuvieron la amistad que habían forjado entonces, pero también el reparto de tareas. Mertens: ''Raoul ya era el portavoz del movimiento juvenil, yo trabajaba un poco más en segundo plano. Hoy en día sigue funcionando así, aunque a otro nivel."

Ambos se respetan mucho. Mertens: "Raoul Hedebouw es nuestro Eden Hazard. Lo supe la primera vez que lo vi, un líder estudiantil subido a una caja de cocacola, frente a un patio de recreo lleno de gente pendiente de sus labios. Sin él, el partido no habría evolucionado tan rápido como lo ha hecho". Hedebouw: "Sin Peter, yo no estaría aquí. Me convenció de su visión de un PTB renovado y me llevó a la aventura como portavoz de un proyecto moderno. Hacemos un buen equipo.”

En el Congreso de la Renovación de 2008, los participantes se fijaron objetivos. En las elecciones municipales de 2012, el partido quiere abrirse paso en tres ciudades. "El partido aspira a dar un paso adelante en octubre en tres grandes ciudades: Amberes, Lieja y Molenbeek", escribió Le Soir a principios de 2012. Y funcionó. Y no sólo un poco. En Lieja, el PTB entró en el consejo municipal con un 6,41 % de los votos; en Amberes, los comunistas obtuvieron el 8 %. El PTB está en el camino correcto. Jos Bouveroux, antiguo periodista, informaba: "El PTB sorprendió a todos al obtener nada menos que el 8% de los votos en las elecciones municipales de Amberes en octubre de 2012. Su joven líder, Peter Mertens (1969), tuvo algo que ver. Ha logrado lo imposible: transformando un partido de extrema izquierda en un actor político de pleno derecho. Hasta entonces, el PTB solamente había conseguido puntuaciones anecdóticas que apenas superaban el 1%."

El partido apostó decididamente por la clase trabajadora, abandonada por los partidos tradicionales. "El presidente del PTB, Peter Mertens, ha anunciado el nombre del nuevo cabeza de lista del PTB por Limburgo: Gaby Colebunders, ex-representante sindical en Ford Genk. Mertens presentó la nueva incorporación de la siguiente manera: "Gaby es social. Gaby creció en los pueblos mineros, entre la gente. Gaby es una trabajador como muchas otros. Y sobre todo, Gaby es un luchador. Gaby es una metáfora individual de lo que el PTB quiere ser colectivamente como partido de izquierdas.

Mientras tanto, el giro a la derecha también continuaba, especialmente en el panorama político neerlandés. Los marxistas también quisieron captar este descontento y canalizarlo en una voz rebelde y de izquierdas. Conservan una visión a largo plazo. "Desde el punto de vista sociológico, representamos el diez por ciento de los votos -declaraba el presidente del partido en la primavera de 2014-. No los vamos a conseguir ahora, pero es un potencial realista. Nuestra nueva generación está preparada." Ese mismo año, el PTB dio un gran salto con 251.276 votos, doce veces más que la década anterior. Raoul Hedebouw (Lieja) y Marco Van Hees (Hainaut) salen elegidos para la Cámara de Representantes. Por primera vez en 33 años, los marxistas vuelven al Parlamento, y este hecho no pasará desapercibido. En la provincia de Amberes, el PTB obtuvo el 4,5 % de los votos y, a pesar de la elevada puntuación personal de Mertens, perdió el escaño por un pelo.

En otoño de 2014, el PTB se movilizó activamente en apoyo al movimiento sindical y ciudadano contra los planes de austeridad del nuevo gobierno de derechas. El 6 de noviembre de 2014, 120.000 sindicalistas combativos marcharon por las calles de Bruselas, apoyados por el movimiento ciudadano Hart boven Hard - Tout Autre Chose, que reúne a cientos de organizaciones sociales. A continuación seguirían tres huelgas provinciales. Luego, el 15 de diciembre, una huelga general. El gobierno de la derecha se tambaleaba pero resistía, y el PTB se lanzó a la lucha social para desafiar las políticas de austeridad de la derecha.

Mientras tanto, el partido prestaba mucha atención a la formación de nuevas fuerzas. En la primavera de 2015 se publicaba "El impuesto de los millonarios y otras 7 ideas brillantes para cambiar la sociedad". Un libro escrito por la generación "¿Cómo se atreven?". Un proyecto colectivo de dieciséis soñadores entusi.

"Tienes 9 de 10 posibilidades de encontrarte con un petebista si vas a un piquete"

El PTB sigue construyendo pacientemente sus cimientos. Bajo la dirección de Lydie Neufcourt, el partido pasa de 80 a 280 secciones y 8.500 afiliados. El partido organiza su Congreso de la Solidaridad en 2015, bajo el título "Ampliar, unir, profundizar". Elabora su proyecto de un socialismo 2.0.

Mertens fue reelegido presidente, David Pestieau fue elegido vicepresidente y Lydie Neufcourt asumió la tarea de secretaria nacional. Mantendrán la dirección de la renovación, con un nuevo Consejo Nacional que será elegido en el Congreso. La dirección del partido está dedicada a la formación de nuevos cuadros, la ampliación de las sedes locales y la elaboración de informes sólidos. En el parlamento federal, Raoul Hedebouw y Marco Van Hees están en boca de todos. Hedebouw se convirtió rápidamente en el favorito de la clase trabajadora en todos los rincones del país: En Bruselas, Valonia y Flandes, el "cool Raoul" es cada vez más conocido y apreciado.

En la cumbre del clima de París de finales de 2015, el partido lanzó su campaña "El rojo es el nuevo verde" para plantear la cuestión del clima como un problema sistémico. "La transición climática será social o no será", dicen los marxistas. Se oponen así a los escépticos del clima y a los ecomodernos, cuyos grupos de presión hacen todo lo posible por minimizar el problema climático. Pero no apoyan a los climato-elitistas que quieren pasar la factura a la clase trabajadora y a los pueblos del Sur. Una joven generación de activistas climáticos se une al PTB, como Jos D'Haese o Natalie Eggermont. Cuando el presidente estadounidense Trump decide visitar nuestro país, ayudan a organizar la protesta "Trump Not Welcome".

El feminismo socialista también se puso a la orden del día con la organización de mujeres Marianne, dirigida por Maartje De Vries. Marianne se empeña en reaccionar ante cada feminicidio que se produce en el país y contribuye, junto con otras muchas organizaciones, a reactivar el Día Internacional de los Derechos de la Mujer el 8 de marzo en nuestro país. "No hay socialismo sin feminismo, no hay feminismo sin socialismo" es el credo de Marianne.

Cuando el Gobierno valón se declara contrario al nuevo acuerdo de libre comercio CETA en otoño de 2016, las revistas financieras internacionales no daban crédito. “Cuando los funcionarios de la UE estuvieron negociando un acuerdo comercial con Canadá durante cinco años, no pensaron en que tenían que prestar tanta atención a las opiniones de personas como Frederic Gillot", señala el Financial Times. El Sr. Gillot, un obrero siderúrgico de 54 años con bigote, que representa al neocomunista Partido del Trabajo de Bélgica en el Parlamento regional de Valonia, es ahora uno de los actores del drama que ha visto cómo una asamblea local amenaza con hacer descarrilar un acuerdo entre la UE y Canadá".

"El partido que tira de la izquierda belga hacia la izquierda", escribe el semanario europeo Politico. EL partido que intenta mover el paisaje político hacia la izquierda, con contenido. En diciembre de 2016, Mertens publicaba su tercera obra, "En el país de los aprovechados", que también encabeza las listas de libros de no ficción. La revista flamenca Samenleving & Politiek se deshace en elogios: "Junto al contenido, está el placer de la lectura, y en esto Mertens se merece que nos quitemos el sombrero. Su libro no trata un tema fácil. Habla de política, economía e ideología. Sin embargo, una vez más, Mertens consigue explicar este complejo tema de forma comprensible e incluso amena. El libro está repleto de ejemplos que hacen que este tema tan poco atractivo sea vivo y tangible. Me quito el sombrero."

La organización juvenil RedFox se crea en 2016. Rápidamente se dieron a conocer con DiverCity, una importante campaña contra el racismo. La lucha contra el sexismo y la lucha por el clima también se convirtieron en temas clave para las organizaciones juveniles, que unos años más tarde llegarían a miles de jóvenes a través de TikTok y las redes sociales. El PTB también está comprometido con la lucha contra el racismo y se moviliza en las manifestaciones del 21 de marzo, día internacional contra el racismo.

En las elecciones municipales de 2018, el partido aspiraba a triplicar su número de miembros electos hasta alcanzar los 150. Y así fue. Al final, logró 169 cargos electos, repartidos en las tres regiones del país. En Flandes, el partido logró abrirse camino primero en los grandes centros urbanos. En Bruselas, el partido está firmemente implantado y, en Valonia, la izquierda auténtica se abre paso en todas las grandes ciudades y en la periferia roja de Lieja, con resultados superiores al 15 %.

Los periodistas se interesan por el fenómeno: "Herstal es uno de los municipios de Lieja donde el PTB es fuerte desde hace muchos años. Y esto es, en gran parte, gracias a Nadia Moscufo. La antigua cajera de Aldi es miembro del consejo local desde el año 2000. Acaba de graduarse en el instituto. "Era la segunda en la lista. No esperaba salir elegida", dice. Dieciocho años después, es líder del grupo y cabeza de lista. Con éxito. El domingo, su grupo creció hasta los nueve escaños. Me alegro de que mi partido no se fije en el hecho de tener un título o no''. En la capital, Francis Dagrin, trabajador de Audi y sindicalista, es elegido para el Parlamento de Bruselas en 2019. Cuando se le pregunta qué piensan sus colegas de su elección, responde: "Sabían que era un militante del PTB. En este entorno obrero, el partido está bien visto. El 27 de mayo [día después de las elecciones], cuando volvimos al trabajo, gran parte de mis colegas consideraban mi elección como su propio triunfo."

La lucha social sigue siendo el centro del trabajo del partido. Un sindicalista afirma al diario L'Echo: "Es muy sencillo: si tienes un piquete, tienes nueve de diez posibilidades de encontrarte con un petebista, y muchas menos de encontrarte a un socialista." El periódico financiero belga lo constata: "Un ejemplo destacado es la huelga nacional del 13 de febrero de 2019. En solo un día, la formación de extrema izquierda visitó más de 600 piquetes entre Arlon y Zeebrugge, una verdadera demostración de fuerza sobre el terreno".

"Inesperado: de repente la televisión tuvo que instalar un séptimo atril"

El partido quiso dar un golpe de efecto en las elecciones federales y regionales de 2019, y llevó a cabo una campaña con un programa de cambio que contenía 840 propuestas. Las ideas del partido marxista fueron apreciadas y anunciaron una irrupción en las elecciones. "El "gran debate de los presidentes" no había previsto lo que iba a ocurrir el 26 de mayo, escribiría más tarde la prensa. En la televisión flamenca sólo pueden participar en los debates los presidentes de los partidos con representación en el Parlamento flamenco. Hasta el sábado, Mertens no podía participar, pero el domingo por la tarde las cosas cambiaron de repente. Así que los técnicos tuvieron que apresurarse para montar un séptimo atril.”

La semana previa a las elecciones, un conocido politólogo ya había afirmado con certeza que "no había espacio" para el PTB en Flandes. En la VRT [televisión pública flamenca], no habían tenido en cuenta al PTB y no habían previsto un atril. Las elecciones demostraron que estaban equivocados: "El gran éxito del PTB se vio un poco eclipsado por el avance del Vlaams Belang. Sin embargo, en la Cámara, los comunistas pasaron a tener tanto peso como la CD&V y los liberales flamencos. Lo hacen casi tan bien como la extrema derecha. El PTB logró añadir 35 escaños, tan sólo cuatro menos que el Vlaams Belang, y ahora cuenta con 43 escaños en los distintos parlamentos.”

Esto tampoco pasó desapercibido para la revista británica Tribune: "El 26 de mayo fue un terremoto político en Bélgica. El Partido del Trabajo obtuvo una amplia victoria en las elecciones regionales, federales y europeas, y se ha consolidado como alternativa de izquierdas a los partidos de centro-izquierda y verdes en todo el país." La revista socialista menciona los grandes progresos en Bruselas y Valonia, pero también señala el avance en Flandes: "Además, en la región de Flandes, han conseguido establecerse políticamente a pesar de la hegemonía cultural y política de las fuerzas políticas nacionalistas conservadoras a lo largo de la última década y del éxito electoral de la extrema derecha (Vlaams Belang), que obtuvo 18 escaños federales".48

Llamativo: el PTB envía cuatro trabajadores al Parlamento. Son Nadia Moscufo, Gaby Colebunders, Maria Vindevoghel y Roberto D'Amico. Juntos, estos cuatro diputados reúnen más de 100 años de experiencia sindical. Hablan con el corazón en la mano y aportan un soplo de aire fresco a la Cámara de los Representantes. "El PTB flamenco se está preparando para sentarse en los parlamentos. Y son muchos más de los que jamás se atrevieron a imaginar", escribe Het Nieuwsblad. Una gran presión recae sobre los hombros del joven de Amberes Jos D'Haese. "Jos D'Haese, antaño activista del clima, se convertirá en el Hedebouw flamenco”, se puede leer.

“Me quedo a bordo, pero es hora de un nuevo capitán"

El adelanto electoral dio alas al PTB, pero también mucho más trabajo. El partido cuenta ahora con 400 secciones y 24.000 afiliados. Para el equipo de la secretaria nacional Lydie Neufcourt, los días se hacen muy largos. Lo mismo pasa con el vicepresidente David Pestieau, al que un periódico llama en broma "el vicepresidente peor pagado": "David Pestieau (51 años) es probablemente el vicepresidente y jefe de investigación peor pagado de todos los partidos. En el PTB, los salarios de los dirigentes también están en sintonía con los de los trabajadores. Pero el volumen de sus tareas no es ciertamente menor. Ningún partido tiene representación en tantos parlamentos: el partido "nacional" cuenta con diputados en los parlamentos flamenco, federal, valón, de Bruselas y europeo, así como en el parlamento de la Comunidad francesa."

Por primera vez, los marxistas también están presentes en el Parlamento Europeo, con el políglota Marc Botenga, de origen holandés, pero que habla perfectamente francés, inglés e italiano. Es miembro del amplio grupo de izquierdas The Left. Este grupo cuenta con 41 miembros, divididos en 19 delegaciones de 13 países. En el último año, Botenga se ha destacado en el Parlamento Europeo por su defensa de la Iniciativa Ciudadana Europea "No profit on pandemic” (Que nadie se lucre con la pandemia), que pide la eliminación de las patentes de las vacunas Covid. Botenga pasa por el plató de la RAI italiana, la BBC británica, la ARD alemana y muchas otras cadenas de televisión europeas.

El PTB tiene muchas madres y padres. La medicina gratuita es una de ellas. Y no es para menos. Junto con Medicina para el Pueblo (cuya presidenta es Janneke Ronse), el partido cuenta con 11 centros de salud en todo el país, con médicos y enfermeras que prestan atención sanitaria gratuita de calidad a 25.000 personas. Y esto ha sido así todos los días durante cuarenta años. Por eso no es casualidad que el PTB propusiera un "fondo de emergencia para la atención sanitaria" durante el "furor de las batas blancas" en octubre de 2019, incluso antes de la pandemia. La enmienda del PTB fue considerada inicialmente "populista", pero finalmente fue aprobada por el Parlamento. Esto hizo posible la contratación de cientos de nuevas personas en los hospitales. Lo cual demuestra que el PTB lanza propuestas innovadoras de izquierdas.

Durante la crisis del coronavirus, el PTB fue uno de los partidos más activos, tanto sobre el terreno, como con los cientos de sanitarios de Medicina para el Pueblo, y en los parlamentos, donde la Dra. Sofie Merckx (Cámara) y la Dra. Lise Vandecasteele (Parlamento de Flandes) se enfrentaron incansablemente a las rencillas políticas de los distintos ministros de Sanidad. Durante el frío invierno del coronavirus en 2020, el PTB organizó más de 600 iniciativas solidarias concretas con "Un invierno solidario" para ayudar a las personas necesitadas.

Las acciones de solidaridad continuaron al año siguiente, durante las terribles inundaciones que afectaron al país en julio de 2021. Ante la incapacidad de las autoridades para hacerse cargo, la ayuda se organizó a nivel popular. Los miembros del PTB no son personas que se queden de brazos cruzados. El diario Gazet Van Antwerpen informa: "El sábado 17 de julio, dos días después de las inundaciones, Peter Mertens, presidente del partido de izquierdas PTB, acudió a Verviers con un grupo de voluntarios. Inmediatamente, el PTB lanzó un llamamiento a través de las redes sociales para encontrar voluntarios que ayudaran." Por iniciativa del presidente del partido, los SolidariTeams nacieron alrededor de la mesa de una cocina en Lieja: "Desde entonces, más de 2.000 voluntarios han ido a ayudar con nuestros SolidariTeams. La solidaridad es inmensa y, sorprendentemente, también suele venir de Flandes."

Desde 2003, el PTB ha recorrido un largo camino. Es una "amazing story" (una historia increíble). "Veo que el mundo está cambiando, y creo que saldrá algo bueno de ello", dijo el difunto Dr. Dirk Van Duppen en su libro de despedida en 2020. No hace falta decir que aún queda mucho camino por recorrer para cambiar este mundo. Para ponerlo del lado de la humanidad, del lado de la solidaridad, del lado del respeto a la naturaleza, del lado del socialismo.

El 8 de noviembre 2021, el presidente Peter Mertens anunció que no se presentaría a la reelección en el Congreso de la Unidad del 5 de diciembre, diciendo: "Es el momento de que otro capitán haga el trabajo, y es totalmente posible, porque tenemos un equipo completamente nuevo. Me quedo a bordo y quiero centrarme en las cuestiones estratégicas y en el desarrollo del partido. Estamos remando a contracorriente del capitalismo, y no es fácil. Recibiremos más golpes, volveremos a caer y nos levantaremos de nuevo. Con una nueva generación de marxistas a bordo, y más jóvenes y trabajadores que nunca en el seno de la dirección. Tenemos una unidad política en torno a nuestro proyecto socialista, y esto es fundamental. Y también tenemos una fuerte unidad en todo el país. Cuando voy a Verviers, me dirijo a una sección del PTB y ahí me siento como en casa, sencillamente. No estoy como un turista. Esta unidad es verdadera, y el nuevo presidente o la nueva presidenta será ante todo marxista, belga e internacionalista, para poder cambiar el mundo."

Para una versión con notas a pie de página, véase (en francés)

 

 

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