Discurso de Raoul Hedebouw, presidente del PTB, en ManiFiesta, la Fiesta de la Solidaridad

Análisis
Author
Raoul Hedebouw
ptb.be

Queridos/as amigos/as y camaradas:
Qué placer volver a encontrarnos en esta magnífica edición de ManiFiesta. El tiempo es espléndido, como todos y todas las que nos rodean. Somos más de 15.000 reunidos aquí hoy. Me gustaría empezar dando las gracias a todos los voluntarios que hacen posible este festival.

Son más de 2.000, procedentes de todo el país. Entregan su tiempo y energía para montar las tiendas, recibir a los visitantes, organizar los conciertos y las actividades, e incluso para atender en el bar. Es importante. Algunos llevan aquí varios días. Ningún otro festival depende tanto del compromiso de los voluntarios. Este compromiso es el ADN de este festival y podemos estar orgullosos de ello. Sin ellos, ManiFiesta simplemente no existiría. Así que os pido un gran aplauso para todos los voluntarios de ManiFiesta.

Estoy realmente encantado de estar aquí hoy con vosotros, con miles de personas que quieren cambiar el mundo. Tendremos que ser muchos, queridos amigos, porque ahí arriba, en el Parlamento, parece que tienen serios problemas para escuchar a la gente. No sé por qué. Quizá las ventanas del Parlamento les aíslen demasiado bien del ruido. Es cierto que están en su torre de marfil. Y el marfil aísla bastante bien, ¿no?

Pero bueno, intentan hacer como que escuchan. El 21 de julio, antes de irse de vacaciones, el Primer Ministro De Croo pagó por una página en todos los periódicos en la que anunciaba que "iba a escuchar al pueblo". Y el Gobierno flamenco de Jan Jambon, que sostiene que "lo que Flandes hace por sí mismo, lo hace mejor", no tiene oídos más que para las consultorías de precios desorbitados. Ni siquiera sabían lo que había costado todo eso. ¿Mil millones? ¿400 millones? ¿200 millones? Nadie llevaba la cuenta.

No, queridos amigos y camaradas, el hecho de que no escuchen no tiene nada que ver con problemas de audición. Es más bien un problema de clase. En Bélgica, nuestros ministros solamente escuchan a las altas esferas de la sociedad, a la élite adinerada y a las multinacionales como Engie y Shell, que siguen obteniendo beneficios enormes a nuestra costa. Pueden permitirse llamar a los ministros y a sus gabinetes directamente. Y la gente está empezando a hartarse de todo eso, de verdad.

Pero vosotros lo sabéis: el PTB no es un partido como los demás. No nos gastamos fortunas en consultorías, no acudimos a los actos de la patronal para saber qué es lo que debemos hacer, ni tampoco compramos anuncios en los periódicos. Os escuchamos. Permanecemos a la escucha del pueblo. Vamos a encuestar a 100.000 personas para conocer su opinión. Y vamos a traducir sus respuestas en acciones. Es nuestra forma de hacer política.

Por eso hemos lanzado este mes "La Gran Encuesta". Queremos hablar con 100.000 personas en los barrios y en las empresas de Flandes, Bruselas y Valonia. Queremos debatir con ellas acerca de qué es lo que tenemos que cambiar en la sociedad. Hablar de justicia fiscal, del poder adquisitivo, de la crisis inmobiliaria o de los privilegios de los políticos... Queremos conocer las opiniones de todos ellos y ellas acerca del rumbo que debe tomar nuestra sociedad.

Lanzamos esta encuesta hace apenas dos semanas, y ya hemos recibido 10.000 respuestas. Vamos a hacer una vuelta por toda Bélgica con nuestro autobús de campaña. Pero, sobre todo, vamos a asumir este increíble reto con todos nuestros miembros y simpatizantes.

Contamos con vosotros para responder a la encuesta, pero también para ayudarnos a pedir la opinión de vuestros hermanos y hermanas, vuestros suegros, vuestros compañeros de trabajo, vuestros vecinos, e incluso vuestros ex. Solamente conseguiremos llegar a las 100.000 personas con vuestra ayuda.

¿Qué vamos a hacer con estas respuestas? Las utilizaremos para definir las prioridades de nuestra campaña para las elecciones del 9 de junio. Bueno, hablo de prioridades, pero como sabéis, las prioridades del PTB son en realidad puntos de lucha. Dentro del Parlamento, donde necesitamos un PTB fuerte, pero también, y sobre todo, fuera del Parlamento. Luchando.

Así es como conseguimos incluir tantos temas en la agenda política de Bélgica. ¿Qué partido fue el responsable de conseguir el Fondo de Batas Blancas para la refinanciación urgente del sector sanitario? El PTB. ¿Los complementos ilegales de las pensiones de los políticos? El PTB. ¿La bajada del IVA de la energía? El PTB. ¿La tasa sobre los beneficios extraordinarios? El PTB. ¿El aumento de la pensión mínima? El PTB. ¿La lucha contra la ley anti-manifestaciones que amenaza la resistencia social? El PTB. Junto con los sindicatos y la sociedad civil, hemos logrado incluir cada una de estas cuestiones en la agenda política e imponer cambios concretos.

Thierry Bodson (FGTB, la federación sindical social-demócrata) y Fatiha Dahmani (CSC, la federación sindical demócrata-cristiana) acaban de hablar de la lucha que nos aguarda. La lucha contra las políticas de austeridad de la Comisión Europea, por unos aumentos salariales reales y por nuestros derechos democráticos. El PTB también jugará su papel ahí.

Sí, camaradas, vamos a seguir haciendo que se muevan las líneas. Porque nos atrevemos a salir de los caminos trillados. Porque creemos en el poder que tienen las luchas de las personas en sus centros de trabajo y en sus barrios. Y por eso están tan asustados ahí arriba.

En verdad, queridos amigos, juntos podemos forzar el cambio. La ola de resistencia no hace más que crecer. Formamos parte de un movimiento que está en pleno crecimiento.

Ha llegado el momento de aumentar el tamaño de esta ola que puede cambiar la sociedad. Vamos a necesitar a todo el mundo. Jóvenes y menos jóvenes. Valones, bruselenses y flamencos. Trabajadores, funcionarios, autónomos, pensionistas y desempleados. Hombres y mujeres. Nacidos en Bélgica o en otro país. Vamos a necesitar la ayuda de todo el mundo para cambiar esta sociedad a través de la lucha.

Hablemos de cambios urgentes, justamente. Si hay algo que tenemos que remediar rápidamente en nuestro país, son los precios de los alimentos. El precio de la fruta, la pasta, el arroz, las verduras... No puede ser que sigamos pagando cada vez más y más por estos productos, como hemos venido haciendo en Bélgica en los últimos años. Casi un 15% de aumento en un año.

Elisa, de Merelbeke, se fue de compras el fin de semana pasado. Eran las compras grandes de principios de mes, para toda la familia. Me envió su ticket de compra: 189 euros. Nos damos cuenta todos cuando hacemos la compra: se está volviendo impagable. Los precios de los alimentos se disparan y mientras tanto se disparan también los beneficios de las multinacionales agrícolas. ¿Y qué hace el Gobierno? Nada. Nada de congelación de los precios. Nada. Todo lo contrario. Fijáos en la última línea del ticket, en letra minúscula al final del todo: 11 euros sólo por el IVA.

Tenemos que tomar medidas inmediatamente para reducir el precio de los carritos de la compra. Reduzcamos el IVA al 0% de todos los productos alimenticios como la leche, la carne, el pan o la pasta. Esta es la propuesta del PTB que nos permitiría ahorrar 5, 10 o 15 euros cada vez que hacemos la compra. Y que no nos vengan con que no hay dinero para financiar una medida así. Acabemos con las lagunas fiscales que permiten a los superricos llenarse los bolsillos sin pagar impuestos y devolvamos el poder adquisitivo a la gente.

¿Cómo vamos a hacer para pagarlo? Os lo voy a decir. Hoy en día, si las sociedades que son propiedad de los superricos venden acciones y obtienen una plusvalía, pagan 0 euros de impuestos. ¡Nada! ¡Nada! Nada de nada. ¿Alguna limosnita? Ni siquiera eso. 0,00 euros. ¿Sabíais que el año pasado, varios multimillonarios obtuvieron plusvalías de cientos de millones de euros sin trabajar y pagaron cero euros? ¿Os dais cuenta?

Así que cada vez que vosotros pasáis por la caja con vuestro carrito de la compra, pagáis el IVA. Pero los multimillonarios que ganan cientos de millones en plusvalías no pagan nada. Ni siquiera en Luxemburgo existe este privilegio fiscal. ¡Es una especialidad belga, única! ¿Cómo se puede justificar esto?

¿Sabéis cuánto le cuesta al Estado esta laguna fiscal? 4.000 millones al año. Y luego oímos a los partidos de derechas decir que no hay dinero para una reforma fiscal. Estas son las mismas personas que probablemente nos explicarán que un 0% de IVA es inviable. La realidad es que Bélgica es un infierno fiscal para los trabajadores y un paraíso fiscal para los superricos. Esto tiene que cambiar. Es hora de que paguemos menos impuestos por nuestro carrito de la compra que el multimillonario cuando obtiene una plusvalía.

También escuchamos a los partidos del gobierno que se autodenominan de izquierdas, hacerse eco de nuestro discurso sobre la justicia fiscal. Pero se olvidan de mencionar que la exención de las plusvalías de las acciones es una laguna fiscal que se decidió en 1991, por un gobierno con los partidos socialistas, PS y Vooruit, con los partidos demócrata-cristianos, el CD&V y los Engagés. Se olvidan de mencionar que llevan en el Gobierno desde hace 30 años, casi ininterrumpidamente. Les oímos quejarse mucho de los ultimátums de la derecha, pero la cuestión es: ¿dónde están sus propios ultimátums? ¿Dónde están sus propias líneas rojas? ¿Cómo es posible que en Bélgica sean siempre los ultimátums de la derecha los que pasan? ¿Cómo es posible que un partido de derechas parezca que puede bloquearlo todo, pero cuatro partidos llamados de izquierdas no puedan imponer nada serio? No oímos más que excusas. Por eso, durante los últimos 30 años, hemos asistido en Bélgica a semejante regresión social y a semejante infierno fiscal para los trabajadores. Lo digo hoy aquí: ya basta. Tax The Rich!

También tenemos que acabar con los gorrones de la política, y esto concierne a todos los partidos. Ya habréis oído que, gracias a las revelaciones que hizo el PTB acerca de los complementos ilegales de las pensiones de los diputados, han prometido todos que iban a cambiar las reglas y poner fin a todo eso. Pero hay quienes siguen oponiéndose. Algunos en voz alta, como Siegfried Bracke, ex-presidente de la Cámara, de la N-VA [nacionalista flamenca de derechas], que ha dicho este verano que no quiere devolver nada y que quiere conservar todos los privilegios. Pero muchos lo hacen en silencio. Ralentizando todos los cambios que proponemos.

Cuando digo que esta cultura de los gorrones de la política concierne a "todos" los partidos, lo digo aposta. Al partido de extrema derecha, Vlaams Belang, también. ¿Qué hizo el Vlaams Belang cuando se tomó la decisión de conceder los complementos de las pensiones para los políticos? ¡Sencillamente lo aprobaron, señoras y señores! ¿Qué opinan los políticos del Vlaams Belang de ganar 6.000 euros al mes? Ningún problema. Se meten el dinero en el bolsillo, sencillamente. Si ganáis 6.000 euros al mes, como en los partidos tradicionales, y si os parecen normales las superpensiones y las grandes primas de los diputados, también vais a poder ir por ahí en un Maserati de 100.000 euros, como el fascista Filip Dewinter... Su lema no debería ser "nuestra gente primero", sino "nuestra cartera primero".

Habladlo con vuestros compañeros de trabajo, con vuestros amigos o con vuestra familia. El Vlaams Belang no está en contra del sistema, forma parte de él. Ellos mismos son unos gorrones. Su objetivo es, sobre todo, dividir al pueblo. Para defender a su propia élite, también quieren dividir el país. Votar al Vlaams Belang es votar por la división del país. Significa votar para dividir nuestra seguridad social, nuestras pensiones y nuestra sanidad. No vamos a permitir que esto ocurra en 2024, queridos amigos. Estamos a favor de la unidad de nuestra clase, la clase trabajadora. Miradnos a todos aquí en ManiFiesta. Hay tanta diversidad. Tantas diferencias hermosas y diferentes acentos. Pero al mismo tiempo, sentimos la fuerza de la unidad. Tenemos un mensaje para todos los partidos que quieren la escisión, la N-VA y el Vlaams Belang, aquí en Ostende: « Wij zijn één, nous sommes un, We Are One ! »

Esta unidad va a ser necesaria en Bégica, a escala nacional. Pero también lo será a escala internacional. Estamos construyendo esta unidad, aquí, en ManiFiesta, con gente que viene de toda Europa y del mundo entero. Es a través de la unidad y de la lucha como vamos a cambiar el mundo. La esperanza nace de la resistencia. De la lucha de los trabajadores y trabajadoras aquí y en el resto de Europa. De la lucha de los pueblos del Sur. De la lucha de los jóvenes.

Y es a los jóvenes en particular a quienes quiero dirigirme hoy. No creáis a quienes os dicen que luchar no sirve para nada, que es poco realista, que es utópico soñar con otro mundo.

Sí, soñamos con otro mundo. Sí, tenemos razón de estar indignados ante las injusticias y las desigualdades. Sí, tenemos razón de estar indignados cuando vemos morir a familias, madres y niños en los desiertos de África porque sueñan con una vida diferente. Tenemos razón de estar indignados cuando vemos que hay seres humanos ahogándose en el Mediterráneo. Todos vivimos en el mismo planeta. La crisis climática va a obligar a más millones de personas aún a huir de su país. Las guerras imperialistas se multiplican en todo el mundo. Y todo por una sola razón: porque el modelo económico dominante, el capitalismo, gira en torno a una sola cosa: dinero, dinero y más dinero.

Pero también tenemos razón por tener esperanza. Y por luchar.

Acabáis de escuchar a Chris Smalls, que, con sus compañeros, ha construido el primer sindicato de Estados Unidos en una de las mayores multinacionales del mundo: Amazon. Durante más de dos años, él y sus compañeros han estado luchando juntos contra este gigante. Juntos se enfrentaron al segundo hombre más rico del mundo, Jeff Bezos, que no quería oír hablar de sindicatos bajo ningún concepto. Frente a la presión y a la represión, mantuvo el ánimo: "La lucha es un maratón, no un sprint". Hasta que el año pasado por fin ganaron. "No sabían que era imposible, así que lo hicieron", dijo una vez el escritor Mark Twain.

Como dijo el Che Guevara: "Sobre todo, sean siempre capaces de sentir en lo más hondo cualquier injusticia cometida contra cualquiera en cualquier parte del mundo. Es la cualidad más linda de un revolucionario."

Tendemos la mano a la juventud. Juntos, estamos construyendo la esperanza de un mundo mejor, aquí en ManiFiesta y más allá. Ocupad vuestro lugar en nuestro amplio movimiento. Ocupad vuestro lugar en nuestro partido. Este año será crucial para el futuro de nuestro país y de nuestro movimiento social. Uníos a la ola de resistencia.

¡Gracias a todas y a todos, ManiFiesta!

 

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