"La colonización le robó su luz y futuro al Congo, a Ruanda y a Burundi"

Entrevista
Author
Tony Busselen
PTB.be

El 17 de julio, el Parlamento Federal belga creó una comisión para examinar el pasado colonial de Bélgica y extraer enseñanzas de ello para el presente y el futuro. Nabil Boukili, diputado del PTB, que lleva años luchando contra el racismo y el colonialismo sobre el terreno, es miembro y relator de este comité y nos explica el origen y el significado de esta comisión.

Durante mucho tiempo, la historia de la colonización belga en el Congo, en Ruanda y en Burundi fue un tema tabú en Bélgica. No hace mucho tiempo, lo que se enseñaba en las escuelas era su "misión civilizadora". En los últimos años, fue transmitida una serie sobre la colonización en la televisión flamenca y ahora se ha creado esta comisión. ¿Cómo se explica este avance?

Nabil Boukili. Esta evolución es fruto de luchas que se remontan a la década de 1980, cuando todavía no había unanimidad sobre la cuestión del pasado colonial en el mundo académico y las primeras críticas al colonialismo llegaban desde fuera del mundo académico.

Ahora, la presión del movimiento anticolonial está dando frutos. Los acontecimientos que se registraron en el mundo a raíz del asesinato de George Floyd, que han tenido también una resonancia en nuestro país, demuestran que parte de la población está dispuesta a movilizarse en torno a este tema. Han surgido otras iniciativas, como la petición del joven Noah, que recogió 80.000 firmas y denuncia la existencia de las estatuas de Leopoldo II, quién fue un actor colonial ultraviolento. Todo esto ha obligado al Parlamento a enfrentarse a esta historia.

La creación de esta comisión es, pues, una victoria para todas las organizaciones y personas que llevan años luchando por arrojar luz sobre el pasado colonial de Bélgica. Es una oportunidad bastante excepcional, ya que Bélgica es una de las pocas ex-potencias coloniales que ha creado este tipo de comisión.

A veces, algunas personas perciben los ataques a las estatuas de Leopoldo II como ataques contra "nuestras tradiciones y nuestra historia". ¿No existe el riesgo de que el comité refuerce estas ideas?

Nabil Boukili. La colonización nunca fue una iniciativa del pueblo belga: se procuró ante todo obtener grandes ganancias. Primero para el propio Leopoldo II y luego para el gran capital belga. La colonización fue una iniciativa de esa pequeña minoría de belgas que al mismo tiempo oprimía y explotaba a la mayoría de los belgas en Bélgica. Fue el mismo Leopoldo II quién hizo fusilar a trabajadores belgas y organizó un régimen de terror en el Congo donde se castigaba a los congoleños que no traían suficiente caucho cortándoles las manos. En la década de 1950, la economía congoleña estaba controlada por unos pocos grandes grupos financieros belgas. Tomemos el caso de la Union Minière: esta empresa sentó las bases de su riqueza durante la colonización, gracias a las minas de cobre del Katanga. Incluso después de la independencia, mantuvo su dominio sobre estas minas y robó así decenas de miles de millones de francos belgas. Desde entonces, cambió su nombre a Umicore. Pues esta misma empresa es la que, hoy en día, aquí en Bélgica, enferma a los niños que viven en el barrio obrero de Moretusburg, junto a su fábrica de Hoboken (Amberes), y cuya director afirmó recientemente que las familias con hijos si no querían ser envenenados por su fábrica, sólo tenían que mudarse. Por eso, la lucha por la descolonización no es una lucha contra el pueblo belga sino contra los grandes capitales belgas.

intal lumumba
Las organizaciones antirracistas siguen luchando para que figuras como Patrice Lumumba, ex Primer Ministro del Congo independiente, asesinado por orden de Bélgica, tengan el lugar que merecen en nuestras calles, en nuestros libros de historia, etc. (Foto intal)

 

¿Cuáles son los verdaderos intereses y objetivos de esta comisión?

Nabil Boukili. Nuestro primer objetivo en esta comisión es arrojar luz sobre los crímenes coloniales. De hecho, la colonización es ante todo un proyecto de violencia único en la historia, un proyecto destructivo de los países y pueblos colonizados ya sea desde el punto de vista económico, cultural o social. Bajo la colonización, la vida cotidiana era abominable para los colonizados, quienes podían verse cortar las manos, ser sometidos a trabajos forzados, etc.

Esta colonización belga del Congo, de Ruanda y de Burundi tuvo consecuencias cuyos resultados aún se pueden ver hoy en día. Países desgarrados, cultura falsificada. Todo lo que estos países podían tener como estructuras para hacer frente a sus dificultades fue destruido por los colonos. La colonización no trajo nada a estos países. Por el contrario, les robamos su luz y futuro.

El objetivo principal que condujo a esta salvaje explotación del Congo, de Ruanda y de Burundi, fue buscar beneficios para el gran capital belga. Tenemos que luchar contra la idea de que la colonización entrañaba un "intercambio" o que era una relación en la que todos salían ganando. El mito de que la colonización ayudó más de lo que dañó a los países colonizados es peligroso y totalmente falso. En la colonización, hubo ganadores: la familia real y las grandes fortunas belgas, las grandes compañías belgas. Cabe recordar que, entre las 23 familias más ricas de Bélgica, 11 construyeron su fortuna o al menos parte de ella gracias a la colonización. Y luego, hubo perdedores, o sea los congoleños.

¿Debería la comisión también vincular la historia de la colonización y la situación actual?

Nabil Boukili. Por supuesto. El racismo, por ejemplo, tiene sus orígenes en la colonización: para colonizar estos países y explotarlos sin remordimiento, se tenía que convencer la opinión pública belga de que se trataba de una proyecto perfectamente legítimo. Y para justificar la masacre y la explotación de estos pueblos, era necesario demostrar que estos pueblos "incivilizados" eran inferiores a nosotros, que eran incapaces de cuidarse a sí mismos.

Podemos ver las consecuencias de esto en nuestra sociedad actual. Aunque 60 % de las personas de origen africano tengan un título, esta comunidad está entre las más afectadas por el desempleo. Es algo estructural cuyo origen está en los prejuicios que se difundieron durante el período colonial.

Pero también se deben sacar las consecuencias y lecciones de esto en lo que se refiere a la política exterior de Bélgica. Nuestras relaciones con estos países siguen marcadas por este espíritu colonial. Nuestros gobiernos se toman la libertad de definir quién es "democrático" y quién no lo es. Es un actitud paternalista, como si los pueblos de estos países no fueran capaces de defender sus derechos y tomar las decisiones que consideren buenas para su propio país. En sus conclusiones, la comisión también debería cuestionar esta política neocolonial.

¿Hubo alguna resistencia contra esta comisión?

Nabil Boukili. En el Parlamento hubo resistencia, especialmente de partidos como el Vlaams Belang (extrema derecha), la N-VA (derecha nacionalista) y el MR (neoliberal).

El MR no quería que la comisión se ocupara del aspecto económico, y quería comparar la colonización belga con la actuación de otras potencias coloniales. Como si eso pudiera matizar la inhumanidad de lo que fue la colonización para los colonizados...

Es irónico ver la N-VA y el Vlaams Belang, los partidos flamencos separatistas que quieren acabar con Bélgica, utilizar el mismo tipo de argumentos que los partidos nostálgicos de la vieja Bélgica ("Belgique-à-papa") como el MR para relativizar la colonización. En su página web, el Vlaams Belang afirma rechazar "unos ataques sistemáticos y radicales al pasado colonial". El presidente de la N-VA, Bart De Wever también dice que la colonización debe situarse en el contexto de las costumbres de la época. En otros términos, quiere minimizar su gravedad...

La N-VA y el Vlaams Belang dicen que Flandes no tuvo nada que ver con la colonización. Pero tanto el capital flamenco como la industria valona se beneficiaron de la colonización. En el consejo de administración de la empresa Abir, que explotaba el caucho para Leopoldo II, había muchos empresarios de Amberes. Sociedades financieras de cartera como la Société anversoise y Crédit anversoise tenían actividades en el Congo. Incluso la familia Van Thillo, muy cercana a la N-VA y propietaria del poderoso grupo de prensa Persgroep fue activo en el sector de los diamantes en la década de 1930.

Más fundamentalmente, esta comisión revela la existencia de un debate de sociedad: ¿Estamos a favor de la solidaridad entre los pueblos o estamos a favor de una sociedad en la que los pueblos se enfrentan entre sí? El hecho que esta comisión también se ocupa de cuestiones como el racismo molesta sin duda a estos partidos de derecha.